En la circular y alargada Pen’nsula Ant‡rtica, recorrida por una cadena de monta–as que es un prolongaci—n de los relieves sudamericanos, se destaca el monte Coman, de 3.657 metros de altura. Al sur de las barras de hielos Ronne y Filchner se encuentra la Tierra de Edith Ronne, accidentada por el macizo Armada Argentina, -donde sobresale el monte Chiriguano, de 3.660 metros de altura-; por la cordillera Diamante y, m‡s al interior, por la Meseta Polar.

Zona de archipiélagos

Entre las islas pertenecientes a la Ant‡rtida Argentina se encuentran las Orcadas del Sur, las Shetland del Sur, el archipiŽlago de Palmer, el archipiŽlago Biscoe, la isla Belgrano, la isla Alejandro I y la isla Berkner, que se encuentra dentro de la banquisa permanente. Las Orcadas del Sur es un archipiŽlago situado un poco m‡s al sur de los 60¡ de latitud sur que, en su mayor parte, permanece cubierto por hielo y glaciares. Entre las diversas islas del archipiŽlago cabe mencionar Coronaci—n, Signy, Powell y Laurie. En esta œltima est‡ emplazado, desde 1904, un observatorio meteor—logico: el asentamiento ant‡rtico argentino y mundial m‡s antiguo. TambiŽn las islas Shetland del Sur constituyen un archipiŽlago, situado al norte de la Tierra de San Mart’n, en la Pen’nsula Ant‡rtica.

Principales bases antárticas argentinas

En las islas Marambio y Trinidad se encuentran las bases argentinas Marambio y Esperanza. Mientras que en las Islas 25 de Mayo y Decepción se ubican la de Jubany y Península. En 1948, el decreto 9905 incluyó en la jurisdicción del gobernador fueguino a la Antártida Argentina. La actual situación política antártica deriva de la vigencia del Tratado Antártico firmado en Washington el 1 de diciembre de 1959 que entró en vigencia el 23 de junio de 1961 al ser ratificado por los países signatarios originales: Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Noruega, Nueva Zelandia, Sudáfrica y la Unión Soviética.
La Antártida no tiene población nativa. Los científicos y grupos de apoyo, que normalmente no permanecen más de un año, son sus únicos habitantes. La primera persona que nació allí fue Emilio Palma, el hijo del comandante de la base de Esperanza, el 7 de enero de 1978.